CANTO A MÍ MISMO

Me celebro a mí mismo,

y cuanto asumo tú lo asumirás,

porque cada átomo que me pertenece,

te pertenece también a ti. [...]

Walt Whitman. Hojas de Hierba.



miércoles, 29 de diciembre de 2010

EL DEMONIO BAJO LA PIEL

EL DEMONIO BAJO LA PIEL
Director: Michael Winterbottom
De la revista CINEMANÍA. Enero 2011. Nº 184.
Por Rosie Fletcher.
“Breve resumen: Affleck interpreta a Lou Ford, ayudante del sheriff en un pueblo pequeño. Sale con su amor de la infancia, Amy (Kate Hudson). Es un tipo agradable, cae bien y es bueno en su trabajo. A Lou le envían a decirle a Joyce, la puta local (Jessica Alba), que se vaya del pueblo. Discuten. Ella le pega. Él empieza a golpearla con un cinturón de cuero hasta que las lágrimas de ella se convierten en gemidos de placer y ambos mantienen sexo salvaje. Con el comienzo de su aventura, arranca la espiral de Lou hacia el sadismo, el asesinato y la locura.
Hay dos escenas que, sin duda, van a dar mucho que hablar. En la primera, Lou saca un par de guantes de cuero y, casi con ternura, golpea a Joyce repetidamente en la cara hasta destrozarla. Le destroza la mandíbula y el ojo mientras ella lo acepta en silencio. En la segunda, Lou golpea a Amy con fuerza en el estómago varias veces hasta tirarla al suelo. Después le levanta la falda sobre la cabeza, ella se hace pis y él le da patadas hasta matarla. Justo antes de morir, ella se estira para acariciar el zapato de Lou.
No te será fácil encontrar un cine más duro e inquietante. Es difícil de ver y resulta discutible. Pero antes de llevaros las manos a la cabeza… esperad. En El demonio bajo la piel nada es tan simple como puede parecer a primera vista. […] “Cuando leí el libro me pareció que tenía mucha fuerza y me apeteció hacer la película”, explica Winterbottom cuando le preguntamos por su decisión de incluir las escenas de violencia gráfica. “Una vez que tomas esa decisión te estás comprometiendo con la violencia. Te estás comprometiendo con las historias de las dos mujeres, con la naturaleza de su relación en términos de deseo sexual. No era cuestión de apostar por un elemento de la historia sino de pensar si quería hacer la película. Entiendo que cueste aceptarla, que haya quien le ponga pegas. Creo que hay que ver la película como un todo, igual que hacemos con el libro. En mi opinión está claro que Lou Ford está loco, su forma de ver el mundo no es la correcta”.
Affleck está de acuerdo. “Cada vez que Lou hace algo explica por qué lo hace y le habla directamente al lector. Al principio, esas explicaciones parecen tener sentido pero luego, en algún momento, te das cuenta de que la persona que está narrando la historia está completamente loca. Es un m omento interesante en el libro porque tienes que decidir de qué lado estás. ¿Vas a creerte lo que te diga esa persona o tomarte el resto de la historia como el relato de un loco?”.
Flashbacks inconsistentes, perspectivas cambiantes… hay guiños e insinuaciones que implican que lo que cuenta Lou no es ni más ni menos que lo que quiere que sepas, no necesariamente lo que ocurre en realidad. Estamos ante una especie de padrino del Patrick Bateman de American Psycho, un tipo con buena pinta, encantador en apariencia, que oculta un asesino despiadado. Y, sin embargo, la adaptación al cine de May Harron era más divertida que perturbadora, muy lejos de los niveles de violencia que nos encontramos en El demonio bajo la piel.
[…] La violencia no es elegante, divertida ni estilizada. Y, aun así, la humillación de las dos mujeres y la mirada implacable de la cámara mientras son golpeadas, unida a la aceptación mostrada por ambas, no deja de ser difícil de digerir. Las dos parecen ofrecerle a Lou su absolución, su perdón. Winterbottom reflexiona: “Hay una diferencia entre los aspectos de su vida sexual que incluyen la violencia y la violencia de los asesinatos. Creo que son cosas diferentes”.
Affleck, Alba y Hudson parecen haber conectado con una verdad emocional más profunda en esta película, y Winterbottom está de acuerdo. “Jim Thompson trata de crear un mundo al estilo de Shakespeare, en el que las personas se ven abocadas a vivir en circunstancias extremas. Pero son versiones extremas de cosas que suceden todo el tiempo. La idea de alguien que, a causa de las experiencias que ha vivido o por otros motivos, se siente tan anulado, tan débil, tan inseguro e infeliz consigo mismo que se vuelve violento en ciertos casos no es nueva. Y las personas que sufren esa violencia son siempre las más cercanas. Creo que la historia de Lou es una manifestación extrema de cosas que la gente hace constantemente. A menudo tratamos peor a quienes nos son más queridos”.
El demonio bajo la piel es una película incuestionablemente difícil, innegablemente rica. Un cuento con moraleja sobre abusos cíclicos; una exploración de nuestra naturaleza autodestructiva; el relato de las fantasías violentas de un loco: podría ser cualquiera de estas cosas. Desde luego se trata de una experiencia cinematográfica exigente y devastadora, no apta para todas las sensibilidades pero que demandará múltiples visionados de aquéllos dispuestos a implicarse. Es horrible, sí, es dura, claro, pero dará que hablar y nos hará plantearnos preguntas. ¿Cómo se atreve? Para eso son las películas.

TAMBIÉN LA LLUVIA

TAMBIÉN LA LLUVIA
De la revista CINEMANÍA. Enero 2011. Nº 184.
Por Irene Crespo.
“El cine es un oficio de valientes y románticos. Lo es. Aunque a veces se nos olvide. Es un mundo en el que hay gente que se juega su dinero, su casa, su vida por entretener un rato a otra gente (sacando un beneficio, por supuesto). Y como se lo juegan todo, hacen TODO lo posible por que su película salga adelante. Así es Costa, el protagonista de También la lluvia, la quinta película de Icíar Bollaín como directora. Un productor “de la nueva generación”, dice Luis Tosar de su personaje. “Aunque a priori parezca un tipo cínico y cabroncete para algunas cosas, Costa es un apasionado del cine y de lo que hace”. Es el perfil de los nuevos productores, “de los que hay muchos”, resalta Tosar, con bastante orgullo, de un papel en el que se ha sentido claramente cómodo y no sólo por trabajar nuevamente con su amiga Icíar Bollaín, tras Flores de otro mundo (1999), Te doy mis ojos (2003) y un par de cortos. “Los productores ya no son gente que se queda en su despacho a esperar noticias, sino que están muy presentes y hacen todo lo posible por que las cosas funcionen. Y en ese sentido, he tenido muchos referentes de gente con la que yo he trabajado”.
En un nivel más práctico, Costa es, además de un reflejo de ciertos productores actuales, el nexo de las tres historias que se solapan en También la lluvia. “Es quien lo conduce todo –explica Icíar Bollaín-. De la mano de Luis [Tosar] vamos yendo por la Conquista de América, por el rodaje de cine y por la Guerra del Agua”. Sí, hasta en tres escenarios tan distintos se desarrolla la acción. Por un lado, la experiencia del equipo español-mexicano que viaja hasta Bolivia para rodar una película sobre la conquista de Colón en América: el cásting, el montaje de escenarios, las cenas del grupo… Por otro, la propia película dentro de la película: secuencias enteras de un Colón (Karra Elejalde) desesperado por el oro, los frailes Bartolomé de las Casas (Carlos Santos) y Antonio Montesinos (Raúl Arévalo) defendiendo los derechos de los indígenas… Y, por último, la guerra (real) que se desató en Cochabamba (Bolivia) por la privatización del agua en abril de 2000; conflicto en el que, en la película, todo el equipo de rodaje se ve inmerso tras contratar para el papel del indígena Hatuey a Daniel, uno de los líderes de la revuelta. “El proceso que sigue el personaje de Luis Tosar –dice Bollain- es el que hace avanzar todo el argumento: él llega a Bolivia de una manera bastante utilitaria para sacar partido de aquello porque es barato, pero allí se tropieza con un tipo como Daniel que tiene una dignidad, una mirada y una presencia que cuando éste le pide ayuda, Costa no puede dejar de hacerlo”. Un romántico.

lunes, 20 de diciembre de 2010

PETER MULLAN

PETER MULLAN (Actor, guionista y director de cine)
De la revista CINEMANÍA. Diciembre 2010. Nº 183.
Premios dorados en grandes festivales. A la Palma de Oro en Cannes en 1998 por Mi nombre es Joe (Mejor Actor) y el León de Oro en Venecia 2002 de Las hermanas de la Magdalena (Mejor película), añadió este año la Concha de Oro en San Sebastián 2010 por Neds.
Consejo para jóvenes guionistas: “Que algo te haya pasado a ti no significa que sea interesante. Es un error que solemos cometer todos los que escribimos historias más o menos autobiográficas. Por eso he tardado casi ocho años en estrenar Neds, no sabía si el guión era bueno o simplemente un trozo de mi vida”.
Peter Mullan está en el grupo de Actores con tendencia a interpretar a alcohólicos. “Inicialmente, idea era que el padre borracho de Neds lo iba a hacer Brendan Gleeson, pero se le complicó la agenda. Acabé haciéndolo yo, un papel que me pasé toda la vida viendo hacer a mi padre en la vida real. Y además me pagaron 500 euros. Un trabajo fácil”.
Peter Mullan es de los que creen que La calle es la mejor escuela de interpretación. “Cuando era adolescente, pertenecí a una banda callejera y aprendí que lo más importante es saber actuar. Si entras a una tienda, necesitas que todos crean que les dispararás si es necesario. Nueve de cada diez delincuentes son actores frustrados”.

Personalmente, considero un acierto que Peter Mullan hiciese el papel de padre alcohólico en la película Neds ya que sus apariciones son de lo mejor de la película. Ese matiz cómico-dramático que aporta el personaje y que al espectador le hace reír, a pesar de la gravedad de la situación, es insuperable. Ese “Baja, puta, baja…” forma parte ya de las grandes escenas del cine de todos los tiempos. Y no hablemos de cuando están comiendo el padre y los dos hijos y aquél le dice a su hija que se tape los oídos, la niña obedece inmediatamente y él le dice al hijo: “Acaba conmigo”.
Otra escena que me gusta mucho es la última, cuando el protagonista coge de la mano al muchacho al que ha dejado hecho un idiota y pasan por en medio de los leones sin que les importe lo más mínimo: no tienen miedo a la muerte porque nunca será peor que la vida que llevan.

sábado, 18 de diciembre de 2010

LA MOSQUITERA

LA MOSQUITERA
Director: Agustí Vila.
Intérpretes: Emma Suárez y Eduard Fernández.
De la revista Fotogramas. Año 64. Número 2.005. Noviembre 2010. Por Pere Val.

“Con el título La Mosquitera entramos de lleno en el terreno de la metáfora, ¿no?
Sí, el título hace referencia a uno de los cuentos ilustrados que hace Emma Suárez, pero también a que los personajes de la historia temen a los mosquitos, a los pequeños problemas cotidianos, y no se dan cuenta de los grandes. Viven una vida pequeña. Una vida políticamente correcta, cobarde, encerrados en su mosquitera. Tienen miedo a vivir.
Lo que usted dice, que esta es una comedia sobre la imposibilidad de la tragedia.
Las tragedias nos enseñan cosas, aprendemos de ellas, pero, como ellos no viven la tragedia, no aprenden nada, ni siquiera después de haber estado cerca de la violencia, la prostitución…
Se mantiene en sus trece de que La Mosquitera es una comedia. Conozco a más de uno que no rio…
El hecho de que los personajes nieguen ese sustrato trágico de la existencia ya es cómico. Yo tengo la consciencia de haber escrito una comedia, una comedia de equívocos, sobre personas que, pese a sus buenas intenciones, entran en unas desviaciones que pueden resultar crueles, monstruosas. […] El personaje de Emma Suárez educa a su hijo adolescente como un niño, y, en cambio, su hermana trata a su hija como a una persona mayor. Eduard Fernández trata a la criada como a una prostituta, pero no quiere hacerlo. Y el amor del niño por los animales es excesivo. Es una película llena de malos entendidos, de equivocaciones.”

BALADA TRISTE DE TROMPETA

BALADA TRISTE DE TROMPETA . 2010.
Director: Álex de la Iglesia.
Intérpretes: Carlos Areces, Antonio de la Torre, Carolina Bang, Sancho Gracia, Manuel Tafallé, Manuel Tejada, Santiago Segura, Fernando Guillén Cuervo, Fran Perea.
Argumento:
1937; los monos de un circo aúllan salvajes dentro de su jaula mientras, en el exterior, los hombres se matan en otro circo: la guerra civil española, que sigue su curso. El payaso tonto del circo, reclutado a la fuerza por los milicianos, termina perpetrando, sin abandonar su disfraz, una carnicería a machetazos entre las filas del bando nacional. Así da comienzo esta peripecia en que Javier y Sergio, dos terroríficos y desfigurados payasos, se enfrentan a muerte por el ambiguo amor de una bailarina durante la era del franquismo. (Del periódico La verdad. Sábado 18-12-2010)
Anoche salí del cine totalmente impresionada, impresionada por dos motivos: primero, la película me gustó un montón y disfruté con ella hasta el último crédito; segundo, jamás hubiera imaginado , aunque sí me esperaba calidad, que el director y todo su equipo hubieran hecho el inmejorable trabajo que han hecho. Es una película muy buena, fantástica.
¿Qué cosas son las que tanto me han gustado de esta película? Varias, a saber:
• El tema del payaso. A mí personalmente siempre me han dado un poco de miedo los payasos; nunca me he creído esa alegría impostada. Siempre me han gustado los payasos tristes quizá porque yo fui una niña triste y conectaba más con lo que yo veía más natural. Aparte de la tristeza, muchas veces he asociado una mente perversa, un asesino en serie (como tal vez hemos visto en algunas películas) disfrazado de payaso. Y luego está la estética del payaso: Carlos Areces está fantástico con su traje de payaso justiciero-vengador; claro, que tampoco desmerece Santiago Segura al principio del film, con ese pomposo traje femenino de payasa.
Y para ahondar más en el tema, vemos cómo el payaso alegre no es ni más ni menos que un tirano, como pasa en la vida real, cuando descubrimos el verdadero fondo de algunas personas. Y el payaso alegre es como Franco, sólo que éste no va vestido de payaso, pero todo el mundo intenta llevar a cabo todos sus deseos, por lo que pudiera pasar.
El payaso alegre es un maltratador, no sólo de violencia de sexo, sino también con el resto de personajes que se mueven a su alrededor: hay que reírle los chistes y cumplir a rajatabla sus deseos porque si no, el circo se va al garete ya que el payaso alegre es la estrella del espectáculo, como Franco, y sin él nadie de la compañía sobreviviría. Y ahí tenemos a la camarilla de aduladores que se mueven en torno a la figura del dictador Franco preparándole las piezas de caza para que no exista la mínima posibilidad de que pueda fallar. En el circo es el payaso alegre el que decide quién trabaja allí y quién no; por supuesto, en ese circo no tienen cabida los enanos, quizá porque le harían sombra a la hora de conquistar el corazón de los niños.
Y el payaso triste es un payaso que no sabe hacer reír, ni entiende los chistes, tal vez porque está muy acostumbrado, ya desde pequeño, a toparse con la dura realidad de la vida. El payaso triste es triste, pero valiente y está enamorado. El payaso triste es capaz de jugarse la vida por amor sin importarle las consecuencias que le puedan acarrear sus actos: ya lo hizo con su padre en un primer momento, y lo vuelve a hacer después para conseguir el amor de la chica.
Estos dos payasos representan dos facetas del alma humana: cuando somos tan débiles y cobardes que nos tenemos que escudar en la violencia para conseguir nuestros objetivos; tan débiles que somos incapaces de confraternizar con los demás con argumentaciones lógicas. Con el inmenso poder que nos proporciona observar el miedo que provocamos en los demás, vamos creciendo en nuestro despropósito egoísta y, cuanto más solos nos encontramos, más tiranos nos volvemos. Por otro lado está la personalidad introvertida, sensible, tenaz que coloca el amor y la dignidad por encima de otras cuestiones, aunque ello implique, paradójicamente, hacer el mal para conseguir lo primero. Cuando llegamos a este punto, hemos traspasado los límites de la cordura.
• El circo. Nunca me han gustado los circos porque siempre me he imaginado un submundo miserable tras la carpa circense. En el cine hemos visto ya muchos ejemplos de ello, recuérdese la impresionante La parada de los monstruos (Tod Browning, 1932). En este film de Álex de la Iglesia aparecen varios circos, no sólo en el que se desenvuelven los protagonistas: por un lado tenemos el circo real con sus fieras (animales simpáticos o animales asesinos, como la elefanta, que mató a la mujer de su domador porque estaba celosa de ella. Como vemos, la conducta de este animal no difiere mucho de la de las personas que viven en su entorno), payasos ( igual o más fieras que los animales del circo, que terminan convirtiéndose en monstruos deformes), niños que miran asombrados el espectáculo maravilloso que se ofrece ante ellos. Pero también está el circo de la vida política, del franquismo de la época; hombres como fieras que deben simular que no lo son para que el mundo no condene al régimen al ostracismo, régimen que es capaz de levantar un enorme mausoleo como símbolo de su victoria sobre el bando republicano, cobrándose para ello las vidas de los presos. En este circo político es Franco el payaso alegre que dicta las normas y su cohorte de aduladores los encargados de agradarlo para conseguir todo tipo de prebendas.
Y hay un momento en el que otro circo se deja ver: hablamos de ETA y de su corte de payasos que preparan el atentado de Carrero Blanco. Hay un momento genial en la película, cuando el payaso triste le pregunta a los de la ETA, que están montados en un coche observando si el atentado se ha llevado a cabo como estaba previsto: “Y vosotros, ¿de qué circo sois?”. El payaso lo pregunta porque ha visto cómo el coche de Carrero Blanco ha remontado hasta la cornisa de un edificio debido a la fuerza de la explosión ya que en su circo existía un número en el que un chico joven se lanzaba sobre una moto también impulsado como si de una bomba se tratase.
• La fotografía. Es, sencillamente, espectacular. Hay momentos en la película que no tienen precio, como cuando sale la trapecista oscilando como si fuera una hermosa mariposa meciéndose en el espacio. Las luces y las sombras son espectaculares. Los momentos maravillosos son muy luminosos y el resto, un poco más oscuros. Y no hablemos de las escenas sexuales, una de ellas la que se produce contra las paredes del restaurante y que el payaso triste confunde, ingenuamente, o quiere confundir, con una escena de violencia de sexo, con una agresión a la chica como la que se había producido escasos momentos antes. Y la otra escena es cuando el payaso triste descubre a la pareja haciendo el amor, como si fueran animales, tras una en la que se perciben las siluetas en negro. Me parece bellísima esta escena.
Otros momentos muy estéticos son, por ejemplo, cuando el payaso triste va huyendo, semidesnudo, y nos va enseñando su poco atractivo cuerpo, cuerpo que en nuestra mente comienza a confundirse con el de un animal; se mantiene esta sensación cuando ya lo vemos completamente desnudo y sucio, escondido en un refugio en el bosque y comiendo carne cruda para sobrevivir: el hombre se ha convertido en un animal, ¡qué poco ha bastado para que eso ocurra!,¿ verdad? Y ¿qué me decís de esa imagen del payaso triste, que no va vestido de payaso, sino de hombre común y corriente, trayéndole, entre los dientes, a Franco la pieza cobrada, ni más ni menos como un perro: ¿El régimen trataba a las personas como a perros? Franco quería aparentar que no; fingía no estar de acuerdo con esa forma de tratar a los empleados, pero Sancho Gracia sabía que en el fondo le daba igual y por eso seguía tratando así al payaso.
Hay un momento precioso de la película que es cuando el payaso triste entra en un cine y ve en la enorme pantalla a otro payaso, Raphael, cantando una hermosísima canción: “Balada triste de trompeta”. Es un momento maravilloso, de una delicadeza y sensibilidad inigualables.
• La música. Toda la música de la película es maravillosa. No sólo la aportación del cantante Raphael, sino otras como la composición de Roque Baños, que a mí personalmente me ha parecido sublime.
• El cine dentro del cine. Según iba viendo la película, había escenas que me recordaban a otras películas; así, por ejemplo, las escenas del espectáculo del circo en la calle me recordaba al cine neorrealista italiano. Ni que decir tiene que también aparece el western, continuamente reflejado en el duelo entre los protagonistas, en la estética del payaso triste con sus armas.
En cuanto a la escena última del monumento del Valle de los Caídos, me recuerda mucho a King Kong, a la chica en lo alto del Empire State Building.

Por último, qué decir de la excelente interpretación de los actores que están todos absolutamente geniales. Tanto Carlos Areces como Antonio de la Torre, los dos protagonistas principales, hacen un ejercicio virtuoso de actuación. Carolina Bang, en cambio, hay momentos en que no me gusta, sobre todo en las escenas de pánico donde hace unas muecas que me resultan poco creíbles. En cambio, su belleza resulta espectacular: ojos, sonrisa, pecho, piernas... debido a su genética nórdica.

viernes, 3 de diciembre de 2010

domingo, 28 de noviembre de 2010

La Verdad. Domingo 28-11-2010
De la entrevista a Ana María Matute:
“-¿El tiempo lo cura todo?
-Sí, el tiempo lo cura todo, pero también lo quema todo. Lo bueno y lo malo. Te arranca de la memoria cosas que quisieras tener ahí. El tiempo se lo lleva”.

BIUTIFUL

BIUTIFUL. (De Fotogramas, año 64; número 2.006. Diciembre 2010.)
El mejicano Alejandro González Iñárritu descubre en Barcelona un universo, el de la inmigración ilegal, a través del cual ilustrar su visión de una realidad que afecta a toda Europa. El director nos lo explica. Por Manuel Yáñez Murillo (Festival de Cannes).
EL ORIGEN DE “BIUTIFUL”
“La primera idea o atmósfera fue sugerida por el Concierto para piano nº 3, de Ravel, un adagio hermosísimo que marcó el universo emocional de la película. Inmediatamente después apareció en mi cabeza un personaje que me dijo: Hola, soy Uxbal. Entonces vi el rostro de Javier Bardem, y a partir de ahí se inició una senda de escritura apasionante. Fue mi primera aventura sin Guillermo Arriaga en el guión, con el que cerré un ciclo natural de colaboración muy exitoso”.
CINE NECESARIO
“Hago películas para la gente que desea ver su humanidad reflejada en la gran pantalla, algo poco habitual hoy en día. El cine está lleno de superhéroes de cómic, remakes, el cinismo de los asesinos cool, el humor irónico… Toda esta superficialidad ha invadido una industria que está diseñada para niños de 12 años. Me preocupa pensar de dónde sacarán las nuevas generaciones sus referentes de humanidad. Biutiful apela a explorar cosas que para mí son normales, como la muerte. Algunos piensan que la muerte es un tema extremo, pero no se dan cuenta de que es lo más seguro que tienen en la vida”.

En la entrevista a Javier Bardem:
“El primer acercamiento a un personaje siempre está marcado por los anhelos y ansias propias. En este caso deseaba que el personaje me atrapase por lo mucho que admiro a Alejandro (González Iñárritu). Además, en la primera lectura del guión es inevitable que intentes encontrar algo de ti en el personaje, algo que a veces no te deja ver el corazón de la historia. Consciente de ello, en cuanto terminé la última página, volví a empezar y entonces descubrí que la película hablaba sobre algo conmovedor: la compasión como el último signo de salud y dignidad en un mundo marcado por la corrupción y la explotación, el mundo en el que vive Uxbal. La película muestra una sociedad enferma en el que el último rastro de luz está en los hijos de Uxbal.
“-¿Y cómo planteó su acercamiento físico y psicológico al personaje de Uxbal?
La clave está en el momento en que terminas esa segunda lectura. Llegado ese punto se produce en ti un cambio, algo casi hormonal que te lleva hacia algún lugar todavía incierto: puede ser un olor, una sensación física, un sentimiento… Y eso es importante retenerlo porque va a ser la fuente de la que vas a extraer la esencia del personaje. Pero ahí se produce un equilibrio delicado: ¿cómo fijar el límite entre tu identidad y la del personaje? Evidentemente, yo no he matado a gente con una pistola de aire comprimido, no he vivido parapléjico más de 30 años y tampoco he sido un poeta cubano perseguido por una dictadura (se refiere a No es país para viejos, Mar adentro y Antes que anochezca, tres de sus títulos más conocidos), pero a través de situaciones lejanamente parecidas y adecuadamente magnificadas puedes llegar a empatizar con esos personajes. Con Biutiful, el reto consistió en alejarme un poco de mí mismo para poder construir algo nuevo y real. Fue todo un aprendizaje. El rodaje se extendió durante cinco meses, trabajábamos casi seis días a la semana, 12 horas al día… Vivir permanentemente en el estado de fractura emocional que atraviesa Uxbal hubiese sido imposible de soportar”.

jueves, 25 de noviembre de 2010

POEMAS DE CARLOS TARQUE (cantante de M-Clan)

Poemas de Carlos Tarque, cantante de M-Clan.



MEMORIAS DE MI SOMBRA

Entre las memorias de mi sombra
guardo algunas mañanas en celo
y atardeceres metálicos
sin tu compañía.
Guardo un olor
a jabón y a lapicero,
el gemido de una virgen.
Mi sombra,
inútilmente atada a mí,
esclava
de todos los días de mi vida,
sólo liberada
en la más absoluta oscuridad.
Amiga de los desencantos,
compañera sin derecho a nada,
me has visto obrar,
pecar y amar
desde los más bajos instintos
hasta las más altas luces.
Quisiera dejarte ir,
pero sólo cuando yazca
bajo la tierra
descansarás eternamente.

“Sótanos, tierra y montañas rusas”. Carlos Tarque.
HOSTALES

Los hostales de esta ciudad,
donde hemos vivido
algunos sueños de juventud,
son
contenedores de tristeza,
de relojes en punto,
pequeños nichos vivientes,
cabinas de desesperanza.
En los hostales,
se escuchan los sonidos
del siglo verdadero,
¡pero
no el de las canciones!
sino el de las arterias obstruidas,
el de la tos y la sífilis,
el del corazón aplastado
contra el asfalto.
Amor en ceniceros.
Reflejos del neón en charcos.
Ahora,
vístete,
que ya es la hora de irse…
“Sótanos, tierra y montañas rusas”. Carlos Tarque.


POESÍA

Te detecto
en las luces azules
del crepúsculo,
en estelas
del sonido de las sirenas.
Arquitectura menor
de los hilos invisibles.
Partículas de ruido
ronroneando
en mi estómago
vacío de futuro.
Y te detecto
en los espacios
de cemento gris
de las partes
traseras,
en los parkings gratuitos.
Sobrevolando bajo,
acariciando con plumas
de silencio
mi piel agotada.
Te detecto
y sé que estás
colgada
de las banderas
de los millones de hoteles
en donde no pude dormir,
como un ángel químico
de la inocencia aplastada.
Te detecto con el
amor de un hermano
en la última noche
del tiempo.
“Sótanos, tierra y montañas rusas”. Carlos Tarque.

DÉJAME ENTRAR

DÉJAME ENTRAR. (Let me in). Terror. EE UU 2010. Director: Matt Reeves. Actores: Chloe Moretz, Kodi Smit-Mcphee. www.letmein-movie.com
Crítica de Nando Salvá.
“Este remake existe sólo porque a los espectadores norteamericanos no les gustan los subtítulos. Es, pues, una redundancia pero, eso sí, una redundancia hermosísima. Como su sueco predecesor, el neoclásico vampírico Déjame entrar, entiende todo el dolor y la alienación que sienten los jóvenes, y oscila con maestría entre el romance naif y el horror absoluto. Pese a que en términos de color, composición, tono y hasta sucesión de escenas ambas películas son similares, sus diferencias son reseñables. De entrada, tiene sentido que ahora la acción trascurra no en Suecia sino en Los Álamos (Nuevo México) –una de las regiones más violentas de EE UU- durante la América de Reagan –época de gran descontento económico y de desesperación generalizada-. Por otra parte, si hace dos años el director Tomas Alfredson usaba los planos largos para hacer hincapié en la titánica sensación de soledad experimentada por los personajes, aquí Matt Reeves se mueve un poco más cerca del rostro humano, enfatizando y hasta sentimentalizando el lenguaje corporal. Como resultado, simplifica las dos principales relaciones humanas enraizándolas en la emoción y la atracción semixual, y elimina así toda la ambigüedad respecto a las motivaciones de la vampira, que nutría la atmósfera inquietante y desquiciada de la original nórdica. Pese a ello, la nueva versión es, como aquélla, una de las mejores y más brutales, y bellas, películas de vampiros estrenadas en mucho tiempo. No se puede estar más lejos de Crepúsculo”.

domingo, 21 de noviembre de 2010

miércoles, 10 de noviembre de 2010

jueves, 4 de noviembre de 2010

jueves, 28 de octubre de 2010

martes, 26 de octubre de 2010

FUNCIONES DE LOS PRONOMBRES ÁTONOS

Los pronombres personales y reflexivos átonos

ME, TE, SE, LE, LA, LO, LES, LAS, LOS, NOS, OS, SE

pueden desempeñar las funciones de CD o CI, dependiendo de los casos, tal como vemos a continuación.

Algunos de estos pronombres tienen funciones fijas, por lo que podríamos distribuirlos así:

LO, LA, LOS, LAS: Siempre CD.

LE, LES: Siempre CI.

ME, TE, SE, NOS, OS: Pueden funcionar como CD o como CI.

En las oraciones reflexivas:

Recuerda: oraciones reflexivas son aquellas en las que el S realiza y recibe la acción.:

Yo me afeito

Tú te miras mucho al espejo.

Luis se golpeó.

Se podrían reforzar añadiéndoles: a mí mismo, a sí mismo, a ti mismo.

En estas oraciones reflexivas la función de los pronombres átonos será:

*CD: Si en dicha oración NO aparece otro elemento que haga de CD:

Nerea se peina. te lavas.

cd cd

Jorge se miró al espejo.

cd

*CI: Cuando en la misma oracíon APARECE otro CD:

Nerea se peina el pelo.

CI CD

te lavas las manos. Ernesto se cortó las uñas.

CI CD CI CD

En oraciones recíprocas:

Recuerda: Las oraciones recíprocas son aquellas en las que el S es múltiple y la acción se realiza de uno a otro: El perro y el gato se miraron a los ojos.

Ocurre como en las reflexivas, los pronombres átonos funcionarán como CD si no existe otro en la oración; y funcionarán como CI cuando en la oración ya aparezca un elemento que funcione de CD:

Marta y Luis nos escribirán. Marta y Luis nos escribirán un correo.

CD CI CD

lunes, 25 de octubre de 2010

martes, 14 de septiembre de 2010

Melodía incierta


Un ritmo lento, preciso, armónico.

Las palabras vienen

mecidas por el humo

de un cigarro cómplice.

Te escucho y miro tu boca.


Y ahora van,

y un aletear de pájaros se escucha al fondo.

Tu cara, tus ojos,

son lo que necesito

para osquertar mi música.


Gravita en torno a mí

un silencio sagrado…


Lo que me apetece es besarte.


Josefa

viernes, 23 de julio de 2010

Penélope

Tejiendo y destejiendo dolor por
los rincones de mi casa,
cosiendo tu ausencia de lágrimas ribeteada,
tela cruel que su manto despliega,
siempre voy.
Y las lentas horas, metódicas y planas,
hilvanan preguntas de olvido.
Y yo coso y descoso,
arrastrando este cuerpo
que busca tu alma.

Josefa

domingo, 27 de junio de 2010

leerestademoda.com Book-versión completa

lunes, 7 de junio de 2010

http://www.ubu.com

domingo, 30 de mayo de 2010

SONATINA

La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste, la princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe,
—la princesa está pálida, la princesa está triste—,
más brillante que el alba, más hermoso que abril!

—«Calla, calla, princesa —dice el hada madrina—;
en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con un beso de amor».

Rubén Darío


LA CANCIÓN DESESPERADA

Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.

Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado!

Sobre mi corazón llueven frías corolas.
Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!

En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.

Todo te lo tragaste, como la lejanía.
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue
naufragio!

Era la alegre hora del asalto y el beso.
La hora del estupor que ardía como un faro.

Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue
naufragio!

En la infancia de niebla mi alma alada y herida.
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio!

Hice retroceder la muralla de sombra,
anduve más allá del deseo y del acto.

Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.

Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.

Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.

Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.

Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!

Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.

Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.

Oh la boca mordida, oh los besados miembros,
oh los ambrientos dientes, oh los cuerpos
trenzados.

Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.

Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.

Ése fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!

Oh, sentina de escombros, en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron!

De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste.
De pie como un marino en la proa de un barco.

Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.

Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeta a todo horario.

El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.

Abandonado como los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.

Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.

Es la hora de partir. Oh abandonado!

Pablo Neruda
Y vi como tu coche
se iba haciendo pequeño
carretera arriba,

mientras mi corazón
se iba encogiendo...
pulso abajo.

Miguel Galindo Abellán. Las alas en su sitio.
DESAMOR

Levantar la mirada y no saberte,
esperar un te quiero y no oír nada,
oler tu piel en sueños dibujada,
recurrir a un retrato para verte.

Conocer que el amor es el más fuerte
elixir de la vida y vil espada.
Tutear a la Muerte y la mirada
clavarle con desdén, odiar mi suerte.

Mandar besos al aire, lanzar gritos,
perder cada minuto la razón,
buscar sobre mi piel tu tacto suave.

Esperar y esperar mil infinitos...
todo esto en un mismo corazón
es desamor, quien lo probó lo sabe.

Miguel Galindo Abellán. Las alas en su sitio.
RETAZOS DE TI

Cuánto silencio
en la Era de las Comunicaciones

He descubierto
una nota al margen, dentro de un libro.
Leo: "Te quiero, te amo, te deseo",
escrito de tu puño y alma.
Y quiero volver atrás
y agarrarme al momento
y no dejar que el hoy se imponga.

He descubierto
que el tacto es la memoria
más amarga, cruel y duradera.

He descubierto
que el futuro está en el corazón
y no en el tiempo.

He descubierto
que el espejo
refleja la mitad de lo que era.

He descubierto
tantos retazos de ti...


Miguel Galindo Abellán. Las alas en su sitio.

martes, 25 de mayo de 2010

Materia

El amor no se destruye, sólo se transforma

El amor se fue de aquéllos
sin avisarla a ella
ni perdonarle a él,
dejándolos muertos,
desorientados,
y marchó caprichoso
a los pies de otros ellos
que de puntillas los de ella
y sobre el suelo los de él
abrazaron el regalo
sin darse cuenta,
y con un casto beso
sellaron ambos
el principio de un fin
eternamente infinito
eternamente cambiando,
creyéndose únicos
mientras les dura el milagro,
mientras algún él
y alguna ella
todavía muertos
y desorientados
son (sin saberlo) los próximos,
víctimas y verdugos
del amor
que a aquéllos les han robado.


Julia Mena García

Electrónica

Se cuela un ritmo de electrónica lenta
por las rendijas de la persiana,
y queda escondido, como herido, entre la almohada
y mi cabello, empapado de sudor.


Los ángeles no nos miran esta noche, pues está
cerrado por derribo el escaparate donde exhibirnos,
y testarudos seguimos interpretando a oscuras una farsa,
fingiéndonos clandestinos por no confesarnos olvidados.


Se cuela por entre las rendijas de las sábanas
un ritmo de electrónica muerta,
y queda escondido, como herido, entre mi cabello
y el testigo de la almohada, el resto de un fantasma
que cree engañarnos, disfrazado de sudor.


Que cree engañarnos. Pero no.

Julia Mena García

lunes, 24 de mayo de 2010

"Amar es un maleficio, como los que tienen lugar en los cuentos, contra el cual no puede hacerse nada hasta que el encantamiento no cesa".
Marcel Proust. Le temps retrouvé.

"La felicidad es saludable para el cuerpo, pero es la pena la que desarrolla las fuerzas del espíritu".
Ibid.

domingo, 23 de mayo de 2010

"El albatros"

Por distraerse, a veces, suelen los marineros
Dar caza a los albatros, grandes aves del mar,
Que siguen, indolentes compañeros de viaje,
Al navío surcando los amargos abismos.

Apenas los arrojan sobre las tablas húmedas,
Estos reyes celestes, torpes y avergonzados,
Dejan penosamente arrastrando las alas,
Sus grandes alas blancas semejantes a remos.

Este alado viajero, ¡qué inútil y qué débil!
Él, otrora tan bello, ¡qué feo y qué grotesco!
¡Éste quema su pico, sádico, con la pipa,
Aquél, mima cojeando al planeador inválido!

El Poeta es igual a este señor del nublo,
Que habita la tormenta y ríe del ballestero.
Exiliado en tierra, sufriendo el griterío,
Sus alas de gigante le impiden caminar.

Charles Baudelaire. Las flores del mal.

"Te quiero"

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Mario Benedetti

"La caída (Visión)"

No sé bien qué ha pasado,
ni cómo ha sucedido.
Hay hechos que acontecen
sin porqué, o por motivos
que no son descifrables.
Caminaba tranquilo
bajo el sol de la tarde
y de repente he oído,
dentro de mí, como unos
golpes sordos, el ruido
de algo que se caía
y rodaba a un abismo.
Perplejo, me he asomado
a mi interior. Y he visto
un inquietante hueco
muy hondo, y he podido
atisbar con esfuerzo
-cuando al cabo se hizo
penetrable a mis ojos
lo oscuro-un impreciso
bulto desvencijado
en el fondo tristísimo
de ese pozo. ¿Qué era?
No sabría decirlo.
¿Era un ave, era el alma?
Un confuso amasijo
de sangre y alas rotas.
Asustado, he salido
de mí mismo al instante
y he vuelto a mi camino
en esta tarde rara
del mundo. Me dirijo
despacio no sé adónde.
Anochece. Hace frío.
Eloy Sánchez Rosillo. De Oír la luz.
CÉSAR FRANCK A AUGUSTA HOLMES

Quinteto para piano en Fa menor

1
(Molto moderato, quasi lento - Allegro)

Cuando ya no esperaba que nada perturbase
el sosiego y el orden que yo mismo elegí para mi vida,
apareciste tú, y de repente toda la paz que poco a poco
fui con paciencia conquistando apartóse de mí,
y una llama muy viva ahora me habita el alma.

Tú tal vez no comprendas lo que esto significa para un
hombre
como yo, que siempre ha estado, en realidad, tan solo,
a pesar de la fiel compañía de unos pocos amigos
y de la larga dicha conyugal que mi mujer me ha dado.
Es como si de pronto un ruiseñor cantara
en la desolación de un árbol anclado en el invierno
y sus ramas desnudas de nuevo recordasen
la gracia del verdor bajo el influjo de esta música.


2

(Lento, con molto sentimiento)

Mi vida ha sido un duro camino de fracasos
a los que nunca doblegué mi espíritu,
pues desde siempre supe que el artista que trabaja
con honradez en el servicio de su Señor y de su obra,
muy rara vez consigue la atención de las gentes
de su tiempo; atención que estimula,
pero que al fin y al cabo no necesita el arte.

Bajo las altas bóvedas de esta iglesia ha transcurrido
la parte más fecunda y hermosa de mis días:
el olor de la cera y del incienso de las sagradas ceremo-
nias,
los devotos rumores de las plegarias de los fieles,
me acompañaron siempre mientras que yo intentaba,
sentado aquí, en el coro, junto al dócil teclado
de este órgano amigo, dar expresión cumplida
a la inquietud que me embargaba el pecho.

Y en cierto modo he sido feliz, porque acepté
con humildad el fluir casi anónimo
de mi destino, aunque a veces el desaliento y el hastío
se acercaran a mí.


3


(Allegro non troppo, ma con fuoco)


Ahora sé que mi dicha
fue tan sólo ignorancia de que un día cualquiera
habrías de llegar: tu presencia bastó
para arruinar la paz que con trabajo obtuve.

Cómo negarme a la dulzura con que a veces me miras,
a tu risa tan libre, al fulgor que te envuelve,
a la luz que en tus labios brilla si es que me nombras.

Yo no sé, yo no sé, pero bendigo esta locura
que sacude mi espíritu y me llena de sol cuando te veo.
Y doy gracias a Dios por haberte creado, por haber
permitido
que vinieras de pronto para cambiar mi vida;
pues ya no soy el mismo, aunque a los ojos
de todos sea el de siempre y nadie, nadie sepa
que sólo pienso en ti, que te amo, que es para ti mi
música.

Eloy Sánchez Rosillo. De Páginas de un diario.

sábado, 22 de mayo de 2010

Irse

Cada vez que te vayas de vos misma
no olvides que te espero
en tres o cuatro puntos cardinales
siempre habrá un sitio dondequiera
con un montón de bienvenidas
todas te reconocen desde lejos
y aprontan una fiesta tan discreta
sin cantos sin fulgor sin tamboriles
que sólo vos sabrás que es para vos
cada vez que te vayas de vos misma
procurá que tu vida no se rompa
y tu otro vos no sufra el abandono
y por favor no olvides que te espero
con este corazón recién comprado
en la feria mejor de los domingos
cada vez que te vayas de voz misma
no destruyas la vía de regreso
volver es una forma de encontrarse
y así verás que allí también te espero
"El mundo que respiro". Mario Benedetti

IMÁGENES

LOS IMPRESCINDIBLES DE LA LITERATURA UNIVERSAL

• La metamorfosis. Kafka
• La montaña mágica. T. Mann
• La familia de Pascual Duarte. C.J.Cela
• El ruido y la furia. W. Faulkner
• Oliver Twist. Ch. Dickens
• El retrato de Dorian Gray. O. Wilde
• Huckelberry Finn. M. Twain
• El libro de la selva. R. Kipling
• Rojo y negro. Stendhal
• Madame Bovay. G. Flaubert
• La isla del tesoro. Stevenson
• El corazón de las tinieblas. J. Conrad
• Casa de muñecas. Ibsen
• El barón rampante. I. Calvino
• Cuentos. A. Poe
• Don Quijote de la Mancha. M. Cervantes
• Ulises. J.Joyce
• Las uvas de la ira. Steinbeck
• El viejo y el mar. Hemingway
• La madre. Gorki
• Doctor Zhivago. Pasternak
• Opiniones de un payaso. Böll
• El señor presidente. M. A. Asturias
• El siglo de las luces. A. Carpentier
• Cien años de soledad. G.García Márquez
• La ciudad y los perros. V. Llosa
• Conversación en la catedral. V. Llosa
• El astillero. Onetti
• Rayuela. Cortázar
• Los santos inocentes. M. Delibes
• En busca del tiempo perdido. M. Proust
• Señas de identidad. Goytisolo
• Muerte de un viajante. A. Miller
• El llano en llamas. J. Rulfo
• El sueño de los héroes. Bioy Casares
• Paradiso. Lezama Lima
• El mundo es ancho y ajeno. Ciro Alegría
• El perfume. Süskind
• Viaje al fin de la noche. Céline
• Memorias de Adriano. M. Yourcenar
• Mientras yo agonizo. W. Faulkner
• El amante de Lady Chatterley. D. H. Lawrence
• La conjura de los necios. Kennedy Toole
• 1984. G. Orwell
• Un mundo feliz. A. Huxley
• El extranjero. A. Camus
• Moby Dick. H. Melville
• Cuentos. Chéjov
• Guerra y paz. Tolstòi
• Crimen y castigo. Dostoiewsky
• La cartuja de Parma. Stendhal
• La Regenta. Clarín
• La busca. Pío Baroja
• Luces de Bohemia. Valle-Inclán
• Los viajes de Gulliver. J. Swift
• Cuentos. Lovecraft
• Manhattan Transfer. J. Dos Passos
• Adiós a las armas. Hemingway
• El gran Gastby. Fitzgerald
• El Don apacible. Sholojov
• Yo, el Supremo. Roa Bastos
• El tambor de hojalata. G. Grass
• El aleph. Borges
• El túnel. Sábato
• La vida breve. J.C. Onetti
• La colmena. Cela
• Al faro. V. Wolf
• Pigmalión. Shaw
• Pedro Páramo. J. Rulfo
• El cuarteto de Alejandría. Durrell
• El proceso. Kafka
• Lolita. Nobokov
• Vida y destino. Grossman
• El lobo estepario. H. Hesse
• Crónicas marcianas. Ray Bradbury
• El conde de Montecristo. A. Dumas
• El evangelio según Jesucristo. Saramago
• El nombre de la rosa. Umberto Eco
• La Eneida. Virgilio
• Fausto. Goethe
• Frankestein. M Shelley
• La divina comedia. Dante
• La Ilíada. Homero
• La muerte de Artemio Cruz. Carlos Fuentes
• La Odisea. Homero
• Las aventuras de Sherlock Holmes. A. C. Doyle
• Las ciudades invisibles. I. Calvino
• Las metamorfosis. Ovidio
• Las mil y una noches. Anónimo
• Lazarillo de Tormes. Anónimo
• La Celestina. F. de Rojas
• Los miserables. Víctor Hugo
• Seda. Alessandro Baricco
• La trilogía de Nueva York. P. Auster
• 2001, una odisea espacial. Arthur C. Clarke
• Alicia en el país de las maravillas. Lewis Carrol
• Amistades peligrosas. Choderlos de Laclos
• Antología poética. Mario Benedetti
• Veinte poemas de amor y una canción desesperada. P. Neruda
• Como agua para chocolate. L. Esquivel
• Crónica de una muerte anunciada. G. García Márquez
• Cuento de navidad. Ch. Dickens
• Cumbres borrascosas. E. Brontë
• David Copperfield. Ch.Dickens
• Don Juan Tenorio. J.Zorrilla
• La vida es sueño. Calderón de la Barca
• El Dr. Jekyll y M. Hyde. Robert L. Stevenson
. 2666. Ricardo Bolaño
. Don Quijote de la Mancha. Cervantes
. El librero de Kabul. Asne Seierstad
. Contra el viento del norte. Daniel Glattauer
. Cada siete olas. Daniel Glattauer
. Yo confieso. Jaume Cabre
. El imperio eres tú. Javier Moro
. El mapa del tiempo. Félix J. Palma
. El mapa del cielo. Félix J. Palma
. Jonathan Strange & Mister Norrell. Susana Clarke 
. El enredo de la bolsa y la vida. Eduardo Mendoza

miércoles, 19 de mayo de 2010

Walt Whitman. "Hojas de hierba"

I
LA ÚLTIMA VEZ QUE FLORECIERON LAS LILAS EN EL JARDÍN

La última vez que florecieron las lilas en el jardín,
Y la gran estrella declinaba en el cielo nocturno de
Occidente,
Lloré y he de llorar todavía con la eterna primavera.

Primavera que siempre retornas, me traes una segura
Trinidad,
Las lilas en flor perenne, la estrella que declina en
Occidente,
Y el recuerdo de aquel que amo.

¡Oh, poderosa estrella caída por occidente!
¡Oh, sombras de la noche! ¡Oh, noche triste y melancólica!
¡Oh, gran estrella desaparecida!¡Oh, tenebrosa oscuridad
Que ocultas la estrella!
¡Oh, manos crueles que me reducen a la impotencia¡ ¡Oh,
Alma mía desvalida!
Oh, implacable nube que me rodeas y no quieres liberar mi
Alma.

En el jardín, frente a una vieja granja, cerca de la valla
Blanqueada,
Se yergue un alto matorral de lilas, con las hojas en forma de
Corazón de un verde intenso,
Con muchas flores puntiagudas que ascienden
Delicadamente, con ese perfume penetrante que amo,
Cada hoja un milagro, y de este arbusto del jardín,
Con flores de delicados colores y hojas en forma de corazón
De un verde intenso,
Una rama con su flor arranco. […]


II
CANTO A MÍ MISMO

Me celebro a mí mismo,
Y cuanto asumo tú lo asumirás,
Porque cada átomo que me pertenece,
te pertenece también a ti. […]