Paisajes olvidados por los nueve ojos de Google
BOCETOS / Apuntes de Actualidad
Si la artista austriaca Manu Luksch se inspiró en la escalofriante cantidad de cámaras de vigilancia en todos los rincones de la ciudad de Londres para elaborar su película Faceless (2007), con imágenes de ella misma compradas a los gestores de esos sistemas de seguridad (una ley europea permite hacerlo), el canadiense Jon Rafman se ha fijado en las imágenes desechadas por el proyecto Google Street View, para su trabajo NIne Eyes of Goggle Street View, que expondrá en la galería Saatchi, de Londres, a partir del próximo 26 de julio. Los vehículos del universal motor de búsqueda de internet salieron a recorrer el mundo para fotografiarlo en todos sus detalles en 2007. Cada automóvil llevaba sobre el techo un tubo con nueve cámaras. Esos son los 9 ojos que todo lo ven, y lo registran. Rafman se fue haciendo un archivo con las imágenes de pequeños incidentes o accidentes durante el trabajo de campo y se dio cuenta de que muchas de ellas quedaban fuera, precisamente porque rompían con la uniformidad neutra que querían reflejar. Gente en actitudes ofensivas o ridículas, accidentes de tráfico, casas ruinosas, animales o tanques en las carreteras... Ese lado humano, que Google no quería, le recordaba a Rafman también a trabajos de algunos grandes fotógrafos del pasado o del presente. A Martin Parr le habría encantado hacer este trabjo. Si el Gran Hermano orweilliano nos vigila, habrá siempre gente que invente modos de vigilarlo a él, de neutralizar su fría visión. Mientras GH lo permita, claro. (Y a pesar de ello también, suponemos. Esperamos...)
EQUIPO OLÍMPICO. La Serpentine Gallery, de Londres, ha querido hacer un guiño a la pasada edición de Pekín con la obra por encargo que viene realizando desde hace doce años en sus jardines.
Con la crisis ahora hay exposiciones que durante seis meses o más. Y otras que parecía que iban a permanecer abiertas todo el verano, han cerrado. Aunque la instalación de Daniel Buren cerrara sus puertas el pasado 21 de junio, no puedo resistir la tentación de comentarla brevemente y colgar algunas fotos que hice al visitarla. El artista francés conocido por sus obras de franjas de colores, ideó para la edición de este año de la Monumenta en el Grand Palais parisino, una pieza que iluminó la fabulosa arquitectura de hierro y cristal, dándole una dimensión colorista que era toda una experiencia lumínica. Unas estructuras de columnas con techos circulares y traslúcidos de distintos colores convirtieron el lugar en un paseo lúdico que elevaba el estado de ánimo. Sobre el suelo, de pronto, unos espejos circulares, reflejaban las venas del techo e invitaban a flotar al espectador que se situaba encima. También había sonido, demasiado sutil. Casi no se escuchaba. Pero bueno, aquí van unas fotos para compartir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario