CANTO A MÍ MISMO

Me celebro a mí mismo,

y cuanto asumo tú lo asumirás,

porque cada átomo que me pertenece,

te pertenece también a ti. [...]

Walt Whitman. Hojas de Hierba.



viernes, 25 de marzo de 2011

Reflexiones sobre una palabra


El último pájaro cazado fue una palabra mentirosa.

Era tan hermosa que la acoplé

en una jaula de oro.

Esperando su canto pasaron los días

y el ave resplandecía, majestuosa, agazapada en un rincón.

Y el canto no llegaba, pero ella estaba viva.Pero no volaba, sólo estaba en su rincón, hermosa.

Una tristeza como la niebla comenzó a embargar mi alma.

¿Qué pasaba con esta ave cuya visión

me transmitía ganas de llorar?

¿De qué cielo se había escapado?

La palabra permanecía inmutable, rígida en su soledad;

ni siquiera pretendía engañarme: sólo estaba allí.

Una congoja subió hasta mi boca,

y la emoción fue tal que por fin comprendí la verdad:

las palabras mentirosas deben ser libres

para posarse en muchas ramas,

para anegar el alma de las personas y hacerlas felices,

o hacerlas desgraciadas.

Las palabras mentirosas existen para llevarnos por caminos

nunca transitados; para perdernos o para encontrarnos.

Respiré, libre al fin, y abrí la jaula.


Josefa


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