CANTO A MÍ MISMO

Me celebro a mí mismo,

y cuanto asumo tú lo asumirás,

porque cada átomo que me pertenece,

te pertenece también a ti. [...]

Walt Whitman. Hojas de Hierba.



jueves, 25 de noviembre de 2010

DÉJAME ENTRAR

DÉJAME ENTRAR. (Let me in). Terror. EE UU 2010. Director: Matt Reeves. Actores: Chloe Moretz, Kodi Smit-Mcphee. www.letmein-movie.com
Crítica de Nando Salvá.
“Este remake existe sólo porque a los espectadores norteamericanos no les gustan los subtítulos. Es, pues, una redundancia pero, eso sí, una redundancia hermosísima. Como su sueco predecesor, el neoclásico vampírico Déjame entrar, entiende todo el dolor y la alienación que sienten los jóvenes, y oscila con maestría entre el romance naif y el horror absoluto. Pese a que en términos de color, composición, tono y hasta sucesión de escenas ambas películas son similares, sus diferencias son reseñables. De entrada, tiene sentido que ahora la acción trascurra no en Suecia sino en Los Álamos (Nuevo México) –una de las regiones más violentas de EE UU- durante la América de Reagan –época de gran descontento económico y de desesperación generalizada-. Por otra parte, si hace dos años el director Tomas Alfredson usaba los planos largos para hacer hincapié en la titánica sensación de soledad experimentada por los personajes, aquí Matt Reeves se mueve un poco más cerca del rostro humano, enfatizando y hasta sentimentalizando el lenguaje corporal. Como resultado, simplifica las dos principales relaciones humanas enraizándolas en la emoción y la atracción semixual, y elimina así toda la ambigüedad respecto a las motivaciones de la vampira, que nutría la atmósfera inquietante y desquiciada de la original nórdica. Pese a ello, la nueva versión es, como aquélla, una de las mejores y más brutales, y bellas, películas de vampiros estrenadas en mucho tiempo. No se puede estar más lejos de Crepúsculo”.

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