Te llamé para hacerte una pregunta,
pero no me contestabas.
Volví a llamarte de nuevo,
y me respondió el silencio.
Desgraciadamente, ya sé la respuesta
a esa pregunta
y quiero que muera en mis labios
antes de repetírtela a ti,
cuando me preguntes.
Entonces seré yo quien no responda.
Josefa
Me gusta.
ResponderEliminar