CANTO A MÍ MISMO

Me celebro a mí mismo,

y cuanto asumo tú lo asumirás,

porque cada átomo que me pertenece,

te pertenece también a ti. [...]

Walt Whitman. Hojas de Hierba.



jueves, 6 de enero de 2011

EL CABALLERO OSCURO

LA HISTORIA DE CÓMO “EL CABALLERO OSCURO” SENTÓ UN PRECEDENTE QUE SÓLO CHRISTOPHER NOLAN PUEDE BATIR CON “BATMAN 3”. Por Kevin Harley.
[…] Si Batman Begins situaba el psicodrama de un hombre en el contexto de una ciudad enferma, El caballero oscuro traslada ese psicodrama a la propia ciudad, introduciendo en la coctelera un Joker que hace añicos todo lo que separa a Bruce Wayne de aquello contra lo que lucha. Imágenes y subtexto diseccionan ante el público una realidad cinematográfica a la que aportan relevancia sus paralelismos burlones con el mundo de nuestro tiempo (los Estados Unidos post-11 de septiembre, Bagdad, la impunidad del crimen en las calles…). Todo ello sin olvidarse de los cristales rotos y las persecuciones sobre ruedad, de los que la cinta aporta una dosis más que suficiente para arrasar en una competición de películas de acción. […] Nolan diseñó su Bat-secuela según los patrones de las grandes películas de criminales, con una construcción meticulosa a la que añadió toques de psicosis, terror y cierto matiz trágico. Se trata de narrativa operística a toda máquina, que se alimenta de la complicidad poli-criminal que subyace en muchas otras grandes películas del género (Heat, de Michael Mann, les vendrá a muchos a la mente) y con la suficiente confianza en sí misma como para contar con que el interés del público se mantendrá durante una conversación sobre “flujos de beneficios”. Y aun así ser, sin lugar a dudas, la películas de Batman que los fans ansiaban.
[…] Otra de las bazas ganadoras fue un reparto genial. Empezando por Christian Bale como Bruce Wayne/Batman: sí, se le pone una voz extaña cuando lleva la capa, pero nunca llega a írsele de las manos. Aun así, es Heath Ledger el que se lleva el gato al agua, y eso a pesar de que el actor fue una elección de lo más sorprendente para el papel de un artista de la improvisación psicótica. Nadie más habría pensado en él pero, en cuanto le ves, sabes que ha sido la eleccion perfecta. ¿Un ejemplo de hasta qué punto la de Nolan fue una apuesta tan arriesgada como brillante? Ni siquiera el propio director sabía qué estaba preparando Ledger, según ha explicado: “Me llamaba de vez en cuando para contarme lo que estaba haciendo. Y, francamente, era bastante difícil que sonara apetecible desde el otro lado de la línea telefónica. Me hablaba de los muñecos de ventrílocuo, de cómo se movían sus bocas y cómo sonaban sus voces, incorpóreas”. Pero Ledger supo recompensar a lo grande la confianza de Nolan creando un personaje inolvidable: un pirado en estado puro, cuidadosamente construido pero siempre a punto de salirse por una nueva y terrorífica tangente.
Cierto que los Nolan le dieron un guión impresionante con el que trabajar: tiraron por la ventana la pantomima gótica de los Batman de Tim Burton y articularon El caballero oscuro en varias capas de relaciones socio-psicológicas. Todo el mundo tiene sus razones: esa es la tragedia de este cuento. Tenemos por un lado a Harvey Dent, el caballero blanco que cree que todavía hay posibilidad de arreglo para una ciudad totalmente corrupta, interpretado con elegante perfección por Aaron Eckhart, cuyo lado oscuro incipiente recuerda sus papel protagonista de En compañía de hombres. Luego está Rachel, la fiscal del distrito que cree en Harvey. Y Gordon, el policía que lucha por hacer un buen trabajo con un equipo corrupto. Y, finalmente, Bruce, el playboy guardián de la ley que se enfrenta al dilema de Jack Bauer: para arreglar este mundo, ¿cómo de bajo tienes que caer? Al final, un héroe es un monstruo, el otro un exiliado, la chica no se salva y el barniz de civilización de Gotham queda minado. Éste es el Batman que necesitaban nuestros tiempos. […]

No hay comentarios:

Publicar un comentario