PIRATAS DEL CARIBE

PIRATAS DEL CARIBE. “Gracias a unas rastas, un lápiz negro y mucho ron, Johnny Depp y “Piratas del Caribe” son ya una misma persona”. Por Irene Crespo.
“Dicen las malas lenguas que Michael Eisner, ex mandamás de Disney, odiaba a Jack Sparrow. “Va a arruinar la película”, decía por los pasillos. Se supone que esta desafortunada frase la dijo en 2002, mientras Gore Verbinski dirigía Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra, primera parte de una de las franquicias más rentables de la historia. Un año después, Johnny Depp conseguía su primera nominación al Oscar por este ruinoso papel.
Menos mal que nadie hizo caso a Eisner ni al resto de ejecutivos conservadores que no entendían la pintura en los ojos ni la irreverencia del Capitán Sparrow. “¿Por qué demonios parece que está borracho? ¿Es gay? ¿Qué es?”, le repetían, acobardados desde sus despachos, a Jerry Bruckheimer, el responsable del revival pirata. Menos mal que él supo contener las críticas, porque sin Sparrow, Piratas del Caribe no habría llegado hasta aquí”.