CANTO A MÍ MISMO

Me celebro a mí mismo,

y cuanto asumo tú lo asumirás,

porque cada átomo que me pertenece,

te pertenece también a ti. [...]

Walt Whitman. Hojas de Hierba.



domingo, 10 de junio de 2012

La poesía pone rumbo a los temas de hoy

Más de un centenar de poetas de todo el mundo han pasado el último mes por España

Aprovechando su paso por varios festivales de poesía y ferias del libro, algunos poetas dan las claves para definir hacia dónde va la poesía actual

El poeta Adonis. / JAVIER BARBANCHO

“La poesía de hoy intenta explicar el mundo actual, que amamos, que creamos y en el que creemos. Es un espacio de libertad para expresar belleza. No hay diferencia entre poesía y poesía, sino diferencia entre poeta y poeta”. Son las palabra del poeta sirio Adonis, perpetuo candidato al Nobel de Literatura, que ha visitado España con motivo de la celebración de varios festivales y encuentros de poesía que han reunido estas semanas a escritores de todo el mundo. La cultura catalana reivindicó la diversidad cultural y lingüística europea en el ‘Barcelona poesía’, mientras Granada celebraba su novena edición del Festival Internacional de Poesía (FIP), Málaga se estrenó en esto de los festivales con unos invitados de honor: el Pulitzer Marc Strand o María Victoria Atencia. Askoren Izenean: Pido la paz y la palabra’ es el nombre del festival que se celebra desde el jueves en el País Vasco, y que lleva la voz de medio centenar de autores a espacios de Vitoria, San Sebastián y Bilbao, mientras que Valencia inaugura la segunda edición de Vociferio, encuentro de poesía escénica que llena de poesía escénica y poetas y editores independientes las calles de la ciudad.
Aprovechando la convocatoria, varios poetas se aproximan, como Adonis, a definir lo que hoy nos preguntamos sobre el género eterno: ¿Hacía dónde va la poesía actual? Ya sea por el puro placer de la estética, para encontrar otro ángulo de visión, para mirar la realidad, para luchar contra el olvido, para encontrar respuestas o para hacernos preguntas, vivimos una época de necesidad poética. En palabras del escritor Benjamín Prado, “cuando uno está en un laberinto tan extraordinario que hasta Rodrigo Rato se queda en paro, busca una línea recta. Y un buen poema escrito a la altura de la realidad explica muy bien lo que está pasando. El lector necesita canciones y poesía que le enseñe la realidad, y que le suscite la necesidad de despertar. Y al que esté despierto, la necesidad de actuar".
La poeta María Victoria Atencia. / EFE
Kirmen Uribe ofrece un recital en el festival de Bilbao titulado Palabras tras un largo silencio, (inspirado por un verso del poeta irlandés W. B. Yeats, Speech after long silence) acompañado por el pianista Wim Mertens. "A través de estos versos hablo del rencuentro entre dos personas, de las relaciones humanas, de la pérdida, de la memoria, de la amistad... Aunque también tiene un punto de humor". Se trata de un recital de corte más humano que político. Uribe defiende que la poesía siempre ha tenido su público y lo seguirá teniendo: "La poesía goza de buena salud, pero en su pequeño ámbito. Los poetas estamos escribiendo cada vez más poesía cívica, hablamos de temas que tienen que ver con la realidad, con la gente, con la calle… Y en eso tiene que ver la situación actual que estamos viviendo, el poeta no es ajeno a eso. Los lectores siempre se quieren encontrar a si mismos en la poesía".
La literata María Victoria Atencia, sin embargo cree que el rumbo de la poesía es incierto: “No se sabe hacia donde va porque la poesía te va llevando por caminos especiales e inesperados. He visto cómo muchos poetas han cambiado de rumbo, iban en una dirección y luego han tomado otra marcados por las circunstancias y por la vida. Nunca he sabido hacia donde iba. He pasado por momentos dificilísimos donde ha salido la mejor poesía, y sin embargo he vivido épocas de una realización estupenda y la poesía no ha respondido como en los tiempos complicados”. Ania González, Ani(a)mal, es una poeta más desconocida que participa en Vociferio, y protagoniza una performance poética en el Carme Treatre de Valencia, coincide con Atencia en que este género vive un momento delicado: "Como todo aquello que nos aporta una visión crítica de la realidad, supone un peligro para muchos. Pero el mayor riesgo que corre la poesía es que pueda entenderse como algo inútil, superfluo, como ocurre con el arte".
El poeta Luis García Montero. / ÁLVARO GARCÍA
Quien sí lo tiene claro es Luis García Montero. Sostiene que la poesía en español tiene cada vez más fuerza y vigor, y ha llegado a alcanzar una obra de mucha calidad. “En países como España, México o Colombia se ha encontrado el punto ideal entre tradición y originalidad, lo que la hace reflexionar sobre el ser humano de nuestro tiempo”. Benjamín Prado coincide con García Montero en que la poesía en español va en una dirección que mira a la realidad de nuestros días: “Vivimos un momento en el que no se puede tolerar una poesía al margen de la actualidad, necesitamos poesía que diga cosas. Sería un contrasentido escribir sobre cosas que no están pasando”. El poeta resalta la diferencia entre los géneros literarios: “La novela te gana por asaltos, la poesía te deja KO. El buen poema tiene siempre un par de versos inolvidables, que te dan que pensar. Entra por el ojo, va directa al cerebro y ahí se queda. Lo tiene todo: esa inmediatez de una canción, la historia de la novela y el protagonista, que es el propio lector”.
La escritora uruguaya Cristina Peri Rossi es rotunda al afirmar que la poesía goza de muy buen acervo, mantiene un rumbo fijo y la mirada puesta en los nuevos formatos: “Ahora nos encontramos con miles y miles de blogs de gente que escribe poesía, que les gusta expresarse a través de la poesía, que parece que tiene un extraño prestigio aunque sea marginal. Se vende poco y sin embargo circula muchísimo por Internet”. Pero ¿qué podemos pretender de esta nueva poesía? Un poeta, explica Peri Rossi, tiene que tener un compromiso más allá del yo. “Durante los últimos 10 o 15 años la poesía ha sido narcisista, de experiencias personales, de los estados oníricos y el poeta olvida que es un ser social. En este momento la poesía debería ser más comprometida con la marginalidad, con el momento que nos toca vivir. Por eso yo ahora le pido a la poesía que no pase por encima de estos momentos y se quede solo en sus estados de ánimo. No queremos una poesía panfletaria”.

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