Los sabios piden frenar el
crecimiento de la población y el consumo voraz
La comunidad científica envía su llamamiento a la
Cumbre de Río
Francho
Barón Río de Janeiro 14 JUN
2012 - 21:29 CET69
Una piscina
abarrotada en una ciudad de la provincia china de Sichuan. / REUTERS
Si los
habitantes de la Tierra no modifican radicalmente sus hábitos de consumo voraz
y la población mundial continúa creciendo de manera descontrolada, las
consecuencias para la naturaleza y, consecuentemente, para las generaciones
venideras, serán nefastas. Es la reflexión que la comunidad científica
internacional ha querido llevar a la mesa de negociaciones de la Conferencia de Naciones
Unidas sobre Desarrollo Sostenible Rio+20, que ya ha arrancado en la
ciudad más turística de Brasil con asistencia masiva de gobernantes,
instituciones, organizaciones de diversa índole y corporaciones de medio mundo.
En un
documento rubricado por Global Network of Science Academies (IAP), un think
tank de la comunidad científica con sede en Trieste (Italia) que engloba a
105 academias de todo el mundo, se alerta por primera vez de los riesgos del
consumo en los países del primer mundo y de la falta de control demográfico,
principalmente en las naciones en vías de desarrollo. “Durante mucho tiempo el
doble debate sobre población y consumo ha estado fuera de la agenda debido a
sensibilidades políticas y éticas. Son asuntos que nos afectan a todos, países
desarrollados y en desarrollo, y debemos asumir nuestra responsabilidad
colectiva. Los actores políticos tienen ahora una excelente oportunidad para
lanzar esta iniciativa en esta cumbre internacional de Río”, afirman los
presidentes del IAP, los profesores Howard Alper y Mohamed Hassan.
La
declaración difundida por la comunidad científica parte de datos tan sangrantes
como estos: actualmente por las calles y autopistas de EEUU circulan tres
vehículos de motor por cada cuatro habitantes. En las últimas cuatro décadas el
consumo de alimentos en el planeta ha aumentado un 15 % (en términos de
calorías) mientras casi mil millones de personas siguen mal alimentadas. La
población mundial alcanza hoy los 7.000 millones de habitantes pero, si no te
toman medidas urgentes, la previsión es que llegue, en el mejor escenario, a
los 9.500 millones en 2050.
“Aunque nos
parezca que 2050 está lejísimos, nos queremos adelantar a los acontecimientos e
intentar que la voz de los científicos sea oída. Este crecimiento se dará
principalmente en los países subdesarrollados y podemos llegar a una población
de 11.000 millones de habitantes. Esto, lógicamente, no es positivo si se tiene
en cuenta que esos países no están preparados para resolver sus problemas
actuales y que con más población estos problemas no harán más que agravarse”,
explica Francisco García Novo, catedrático de Ecología de la Universidad de
Sevilla y miembro de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Real
Academia de Ciencias.
“Tenemos que
presionar localmente para tener comportamientos de consumo más sensatos. ¿Por
qué en España tenemos que tener más trenes de alta velocidad que en países
desarrollados mucho mayores?, ¿para qué tantos aeropuertos? Estos excesos son
equiparables a las hamburguesas de 800 gramos que tanto les criticamos a los
norteamericanos. La conclusión del documento del IAP es que no es necesario
vivir así. O mejor aun: es necesario no vivir así”, sentencia García Novo.
En la
declaración de la comunidad científica se señala que las pautas de consumo
exacerbado del primer mundo se están desplazando peligrosamente a los países en
vías de desarrollo: millones de teléfonos móviles y toneladas de comida basura
que invaden los hogares pobres son indicadores claros de esta problemática. La
ausencia en los países pobres de políticas de planificación familiar o de
prevención de embarazos tempranos terminan de configurar un sombrío escenario
de sobrepoblación. “Se trata de dos problemas convergentes que por primera vez
analizamos de forma conjunta”, afirma García Novo.
El documento
que llega a la mesa de negociaciones de Rio+20 no se limita al análisis de un
grave escenario, sino que también plantea varías líneas de acción para conjurar
males mayores, como “la inclusión de los factores población y consumo en las
políticas de reducción de la pobreza, gobernanza global, educación, salud,
igualdad de género biodiversidad y medioambiente”. “La educación es clave para
que las nuevas generaciones entiendan que el actual es un mal modo de
desarrollo y un mal modo de vida”. Este debate, como casi todo el contenido de
esta cumbre, llega al Rio+20 en un mal momento. En plena crisis, buena parte de
los líderes ni siquiera acudirán a la ciudad brasileña.
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